Senin, 19 Juli 2010
Consejos para planificar tu boda en tiempos de crisis
Para aquellos que quieren tener su boda con un coste o presupuesto reducido sin tener que renunciar de los beneficios de una boda sin limitaciones económicas, se han de considerar distintas opciones para poder alcanzar ambos objetivos: ahorrar y pasar una velada única.
Nuestra primera sugerencia para organizar la boda uno mismo es celebrar la boda en su casa. Una de las ventajas es que se podrá ver reducido enormemente el presupuesto de la boda, al ahorrarte el coste de alquiler de un lugar de celebración, el restaurante donde celebra el banquete, los autobuses que transporten a los invitados, el hotel (en caso de familiares de otras ciudades), etc. De esta forma, vas a pasar a tener el control absoluto sobre todos los detalles de tu boda, tiene sus inconvenientes, pero con un poco de esfuerzo se puede organizar una gran velada a un precio bastante inferior de los habituales.
Puede utilizar su casa, o la de un familiar (quizás que posea jardín o un espacio abierto) para celebrar su boda. Antes de ponerse manos a la obra tiene que estar seguro de esto, porque organizar la boda en casa puede ser caótico, especialmente si no se presta atención a cada uno de los detalles importantes que debemos cuidar.
Como decíamos, esta opción requiere de un gran esfuerzo por parte de los novios, ya que errores en esta organización podrían significar que lo que debe ser el día más feliz se convierta en sufrimiento y frustración.
Determinar de antemano el número de invitados que la casa puede alojar, para concretar el número de sillas que va a necesitar, el tipo de sillas que puede usar y si se necesita alguna reforma u obra para acomodar a los invitados. Un dato importante para este tipo de bodas es que por cada cuarto de baño, no debe haber más de 30 personas, por tanto, fijándonos en esta cifra debemos organizar el aforo que poseemos y cerrar la lista de invitados cuanto antes.
Tener claro los posibles eventos que existan el día de la boda, ya sean deportivos, temporales, climatológicos, para asegurarnos la asistencia de las personas más importantes de nuestra vida, que no querremos que se pierdan un momento de tanta felicidad.
Así, la música, las fotos y las invitaciones de boda, son otros de los factores que podemos personalizar y en los cuales, nos podemos ahorrar mucho dinero. Para la música y las fotos, podemos tirar una vez más, de nuestro círculo de amigos, seguro que encontraremos varios voluntarios que se ofrezcan a poner música y hacer las veces de fotógrafos. Por otro lado, las invitaciones de boda pueden ser la ocasión perfecta para dar rienda suelta a nuestra imaginación y poner un punto de creatividad y cercanía con nuestro toque personal, para celebrar junto con nuestros invitados del día tan especial que nos ocupa. Internet es un buen aliado y las nuevas tecnologías, otro gran recurso en los tiempos que corren.
En cuanto al escenario ceremonial, aquí es donde debes tomar una rápida decisión, para saber que parte del presupuesto se le puede asignar. Ya que es una zona importante, en cuanto a la ceremonia de la que se trata (os juraréis amor eterno en este lugar), puede optar por pedir ayuda a algún amigo habilidoso que le construya un pequeño escenario o bien, alquilar o comprar uno.
Por último, el banquete de bodas y los regalos para invitados, pueden ocasionar un laborioso trabajo, pero con tiempo y mucha paciencia, se puede preparar un menú sencillo y acorde a los recursos disponibles. En función del clima y la época del año en la que nos encontremos podemos plantearnos el tipo de menú a preparar, convocar a familiares y amigos que puedan colaborar con recetas y especialidades y después, comprar las materias primas que se convertirán en delicatesen para nuestros sentidos. Los regalos de boda, de la misma forma, pueden ser elaborados con paciencia y esfuerzo, simplemente un detalle a mano que simbolice vuestro enlace, puede ser otro toque de personalidad de los novios para obsequiar a sus invitados.
Con estos breves consejos, creemos que en tiempos de crisis no deben existir excusas que impidan a dos personas que quieren compartir sus vidas, poder mirarse a los ojos y jurarse amor, sin tener que hipotecar sus sueños para siempre.
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