La finalidad última del maquillaje es disimular los defectos y hacer que la novia se vea radiante, tanto si te decantas por un estilo clásico como por uno moderno.
¿Qué le pedimos al maquillaje? Que no se corra, que aguante todo el día, que no se note demasiado...
Si queremos un resultado perfecto debemos ponernos en manos de un buen profesional con experiencia.
La calidad de los productos utilizados y una correcta aplicación de estos, así como una previa preparación de la piel son fundamentales para el éxito del maquillaje de novia.
Antes de comenzar a aplicar el maquillaje el rostro debe estar relajado. Tómate una tila o una copita de licor, o ponte compresas frías para aflojar los músculos.
* El primer paso es limpiar cuidadosamente la piel y aplicar tónico y una crema hidratante unos 20 minutos antes (es el tiempo que tarda en ser absorbida).
* Las manchas y las ojeras se cubren con corrector, difuminándolo varias veces con un pincel para que quede bien.
* La base debe ser mate, preferiblemente acuosa y de un tono muy similar a la piel. Los polvos compactos son perfectos para asentar la base y además aportan un acabado aterciopelado muy agradable a la vista.
* Los colores (sombras de ojos, barra de labios y colorete) deben estar en armonía entre sí. De este modo, el maquillaje deberá optar por la gama de colores fríos o por la de colores cálidos. La selección de unos u otros irá en función del color de la piel y el cabello de la novia, pero también puede buscarse la armonía con las flores del ramo.
Por lo general los ojos siguen líneas suaves, evitando las sombras nacaradas. Para iluminarlos se aplican sombras blancas o vainillas, en función del tono de piel, debajo de las cejas.
Es muy importante definir las cejas y aplicar una buena máscara de pestañas para potenciar la mirada. Se aconseja el uso de máscaras waterproof para contrarrestar posibles lágrimas.
Las últimas tendencias apuestan por los ojos marcados con delineantes negros o marrones y sombras oscuras. En este caso los labios deben ser muy suaves.
* Los labios se definen con un lápiz, por fuera del contorno si queremos que se vean más grandes. En función de cómo se hayan maquillado los ojos, la barra de labios será más o menos suave, pero siempre de acuerdo al tono de la piel y el cabello. En cualquier caso evitaremos los brillos excesivos y apostaremos por las barras de larga duración.
* Para acabar, las ampollas de larga duración conseguirán que el maquillaje aguante perfecto todo el día.
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